Seguro que has escuchado esta frase:
“ ¡Sé tú misma! ”
Y esto está muy bien, de hecho, es lo que todas las personas debemos procurar.
Pero, quizás te pase como me pasó a mí durante la mayor parte de mi vida…
Quizás te preguntes: Pero… ¿quién soy realmente? ¿Cómo sé que estoy siendo yo misma?
A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. ¿Qué significa, en realidad, ser tú misma? ¿Y cómo encontrar tu “Yo misma”?
Estas preguntas se volvieron aún más difíciles de responder, e incluso se convirtieron en un quebradero de cabeza, en especial cuando empecé en el mundo del desarrollo personal, en el que damos tanta importancia a encontrarse a uno mismo, a encontrar nuestro propósito, nuestra misión de vida, lo que hemos venido a hacer a este mundo… en definitiva, lo que hace que yo sea yo.
La verdad, es que cuando empecé en mi desarrollo personal, entré con muchas ganas al ver el tremendo abanico de posibilidades que se abría ante mis ojos, pero al mismo tiempo estaba completamente perdida, me sentía tan pequeñita, me sentía en una montaña rusa, en una búsqueda sin fin de lo que parecía estar escondiéndose para que yo no pudiese encontrarlo… me preguntaba:
¿Cómo es posible que no tenga ni idea de quién soy, ni cuál es mi misión, mis dones, para qué soy buena, qué me hace única, si es algo que se supone que debería saber y que todo el mundo parece haber encontrado menos yo?
¿Dónde y cómo puedo averiguar mi propósito de vida con el que podré estar conectada a mi esencia, mi auténtica yo, si no sé ni siquiera qué es lo que realmente quiero?
Pues bien, eso es lo que vamos a tratar de averiguar en este artículo, con el que espero arrojar luz a este tema tan esencial.
Encontrándote a ti misma
Pues bien, encontrarse a una misma es más fácil de lo que me estaban vendiendo y que, en lugar de acercarme a mí misma, sentía que me alejaba y confundía más.
Pero para nada es una queja, todo lo contrario, estoy inmensamente agradecida de toda esa travesía, ya que si no hubiese experimentado todo eso, yo no estaría aquí escribiéndote esto, para ser esa persona que me hubiese encantado encontrar en ese proceso de reencontrarme conmigo, y poder ayudarte a hacer este proceso algo más fácil y placentero.
No es casualidad que me haya especializado como coach experta en desarrollo consciente, para ayudar a más mujeres a reencontrarse consigo mismas, a descubrir y liberar su verdadera esencia, para ser libres de elegir su propio camino sintiéndose auténticas. Todo lo que he vivido me ha traído hasta aquí de una forma que me gusta llamar mágica.
No digo mágica porque piense que las cosas ocurren sin que yo haga nada, en absoluto. La magia ocurre cuando dejas de dar tu energía al exterior, a los demás, a lo que se supone que debe ser según la sociedad o tu entorno, y conectas contigo y encuentras tú verdad, y desde tu interior le das un sentido y una intención a tu vida y ahí es cuando empiezan a ocurrir eso que no nos imaginábamos, eso que hace un tiempo nos costaría creer que es posible, aparecen las sincronicidades, las oportunidades, las personas correctas, las circunstancias… eso es el Universo conspirando a tu favor.
De hecho el Universo siempre conspira a tu favor, a ti te toca hacer tu parte.
Hoy puedo decirte con total y plena consciencia que para encontrarte a ti misma, debes parar de buscar.
Thomas Szasz, quién fue un psiquiatra y académico estadounidense de origen húngaro, conocido por ser un gran defensor de la libertad personal, señaló que muchas personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas, pero sugirió que esta búsqueda podría ser una ilusión o una forma de evadir responsabilidades.
Szasz expresó la idea de que el «sí mismo» no es algo que uno encuentra como si fuera un objeto perdido, sino que es algo que uno crea a través de sus acciones, decisiones y responsabilidad personal. Esta postura se alinea con su visión más amplia de la libertad y la responsabilidad individual.
Szasz dijo:
«Muchas personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas. Sin embargo, en mi opinión, el ‘sí mismo’ no es algo que se encuentra, sino algo que se crea.»
En nuestras manos está elegir quién queremos ser, qué vida queremos tener y cómo vivirla.
Todos tenemos el poder, el derecho y la responsabilidad de escoger a cada instante con qué actitud responder a los que la vida nos propone.
Sólo nosotros podemos liberarnos de las cadenas que nos aprisionan, pues somos el ser que se siente atrapado y el que atrapa, somos las cadenas y somos la llave que las libera
Responsabilidad Personal:
Szasz enfatizaba la importancia de la responsabilidad personal en la construcción de la identidad y el sentido de uno mismo. Según su perspectiva, en lugar de esperar pasivamente a descubrir quiénes somos, deberíamos tomar un papel activo en definirnos a través de nuestras elecciones y acciones.
Autonomía y Libertad:
Esta visión está estrechamente relacionada con su defensa de la autonomía y la libertad individual. Szasz creía que las personas tienen la capacidad y la responsabilidad de dar forma a sus propias vidas, en lugar de depender de diagnósticos o etiquetas externas.
Crítica a la Psicología Popular:
Szasz a menudo criticaba los conceptos y lenguajes utilizados en la psicología popular, que, según él, podían fomentar una mentalidad pasiva y dependiente. La idea de «encontrarse a sí mismo» podría verse, desde su perspectiva, como una forma de evitar la responsabilidad de crear y definir la propia identidad.
Reflexión Final
Thomas Szasz promovía una visión donde el ser humano es agente activo de su propia vida, con la capacidad de definir su identidad y destino a través de sus acciones y decisiones. En lugar de buscar pasivamente una identidad preexistente, instaba a las personas a asumir la responsabilidad de crear y moldear su propio «sí mismo». Esta perspectiva desafía algunas de las ideas más comúnmente aceptadas en la cultura contemporánea sobre la búsqueda de la identidad y la autoexploración.
Así es, para encontrarte a ti misma, tan sólo tienes que pararte a mirar en tu interior, a escuchar a tu alma, desconectar de todo lo exterior, lo predefinido, lo que ya existe y conectar con tu cuerpo y con tu esencia.
Tómate un momento a solas contigo, hazlo agradable con algo que te transmita bienestar, una taza de té o café, una velita, una música relajante de fondo…
En ese silencio contigo misma puedes preguntarte:
- ¿Para qué me levanto cada mañana? (Hazte esta pregunta varias veces con cada respuesta que des, por ejemplo: Para qué me levanto cada mañana, para llevar a mis hijos al colegio, y para qué llevo a mis hijos al colegio, para que aprendan cosas, y para qué quiero que aprendan cosas, para que sean adultos exitosos y para qué quiero que sean adultos exitosos, para sentirme satisfecha con mi trabajo como madre, y para qué quiero sentirme… para sentir paz, y para qué quiero sentir paz, para ser feliz. Es decir hasta que llegues a eso que realmente da sentido a tu vida.)
- ¿Para qué quiero lo que quiero?
- ¿Qué sensaciones corporales siento cuando pienso en quién quiero ser?
- ¿Hay alguna incomodidad o síntoma en mi cuerpo al tomar cierta decisión?
- Sin importar quién haya sido hasta ahora, ¿Quién decido ser hoy?
- ¿Qué está alineado con la mujer que soy ahora: cuáles son mis gustos, mis sueños, mis valores, mis necesidades, mis deseos y aspiraciones, qué quiero YO en mi vida realmente?
- ¿A qué no estoy dispuesta a renunciar?
- ¿Qué es lo verdaderamente importante para mí?
- ¿Con qué disfruto más en la vida?
- ¿Qué es lo que tiene esa persona que me inspira, qué me atrae de ella, de su personalidad, qué es lo que me gusta de su manera de ser, de vivir, de expresarse?
- ¿Qué me motiva realmente?
- ¿Quién sería si fuera la persona más segura del mundo? ¿cómo hablaría, qué conversaciones tendría, a qué me dedicaría, cómo me vestiría, qué cosas haría siendo esa persona?
- ¿A qué cosas estoy agradecida en mi vida?
- ¿Qué me hace sentir invencible?
- Si me quedasen 12 meses de vida, ¿Qué haría?
Conecta de manera abierta con curiosidad, como si fueras un detective, y con compasión, sin juzgar tus respuestas, tus emociones o tus motivaciones. La curiosidad y la compasión son nuestras mejores aliadas para todo en nuestra vida, incluidas nosotras mismas.
Siente lo que sientes, sin reprimir nada, todas las emociones son necesarias. Permítete sentir. Permítete ser un ser humano. Permítete ser.
Muchas veces creemos que lo externo o el otro nos impide ser nosotras mismas cuando en realidad somos nosotras quienes no nos estamos permitiendo ser, nos auto exigimos y criticamos, nos reprimimos, nos auto engañamos, nos comparamos…
Pero recuerda, tú puedes romper las cadenas en cualquier momento, tú tienes la llave.
Tú tienes la libertad de decidir en TODO momento cómo quieres ser y cómo quieres vivir y eso sólo depende de ti. Todo parte de que decidas quién quieres ser. Esa es la verdadera libertad: permitirte evolucionar, crecer, cambiar de opinión… porque tú eres tú en todo momento.
Libera tu esencia y alinea tu vida con ella, y no al revés. Descubre tu verdad y confía en ella. Vive en coherencia con tus valores, pasiones, necesidades y sueños.
Recuerda que eres poderosa, eres capaz y no estás sola.
No te pierdas el artículo “7 pasos para conectar con tu esencia”